Me Cogió medio dormido y borracho!

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¡Hola Amigos! ¿Cómo están? La verdad no soy muy buena redactando, ni menos explicando, pero igual trataré de ser muy explícita y sobre todo muy directa en lo que me pasó hace dos semanas. Sucede que todos los fines de semana, suelo salir con un grupo de amigas y amigos que somos algo inseparables en nuestras pérdidas nocturnas.

En esta reunión, fui invitada por una ex compañera de trabajo que celebraba su cumpleaños; supuestamente iba ser algo muy tranquilo en su departamento en el distrito de Miraflores. Como no pensaba ir sola, entonces llamé a una amiga de mis parrandas, vino a mi casa y nos fuimos a la reunión.

Yo llevaba puesto unos jeans muy pegados, una blusa blanca, un hilo negro y un brasier crema. Llegamos a eso de las 11:45 pm y la fiesta aun no estaba en onda, habían unas 15 personas (entre hombres y mujeres), así es que no tomé mucha importancia a la gente presente porque me dije: de aquí me voy a mi casa temprano.

Cuando fueron pasando las horas, se comenzó a armar la fiesta. Comenzaron con los bocaditos, el brindis de ley, luego la comida (de por cierto estuvo muy bueno); las cervezas y finalmente comenzó el baile. Poco a poco, me fue gustando el ambiente y cómo se iba animando la fiesta. Antes de esto, mi amiga me había presentado a sus amigos y amigas; y luego empezaron a llegar más gente.

En el grupo de gente que llegó más tarde, me llamó la atención, y hasta diría me impactó de lejos el físico y su apariencia, un hombre de más o menos 35 años al que llamaré JP. El era de 1.80 cm de altura, aproximadamente un peso de 75 kgs, tez trigueña, cejas pobladas, labios algo gruesos, y con la barba algo muy crecida. JP llegó acompañado de tres amigos más, noté que estaban algo tomados, porque llegaron con un filo de hambre que no sabían qué comer, y también lo deduje por el aliento que traían.

Sucede que JP estaba sentado muy cerca de mí, y de reojo miraba su rostro y sus bellas piernas tan gruesas, que me imaginaba haciendo muchas cosas con ellas. Siempre se paraba para servirme el vaso de cerveza, como todo un buen caballero, y siempre se atinaba a decir algunas palabras; yo siempre miraba el bulto que tenía dentro del jean que llevaba puesto, muy pegado de por cierto.

Vasos van y vasos vienen, y nuestra adrenalina empezó a ser más fuerte, porque el alcohol me hacía ver otras cosas hacia JP. En una de esas me sacó a bailar una salsa muy conocida de Maelo Ruiz, llamada “Te va a doler”. Fue ahí en donde sentí sus brazos tan duros, y traté que mi pierna rozara su bulto para poder sentir la dureza que tenía en sus entre sus piernas.
Cada vez que JP iba al baño a miccionar, siempre le miraba sus piernas y sus nalgas tan grandes y duras, había comprobado que estaban duras porque en los bailes siempre trataba que mi mano las tocara. Fueron pasando las horas y en ese transcurso, le comenté a mi amiga que me atraía JP y ella me dijo: “No pierdas el tiempo, está soltero desde hace 4 meses, y si quieres preservativos en mi habitación tengo dos cajitas (se rió jajaja)”. Cuando me dijo eso solo le sonreí.

Notaba que la gente ya estaba algo tomada, sobretodo JP que ya estaba algo mareado. Al poco rato, la gente empezó a retirarse porque ya era algo tarde, en una de esas saqué a bailar a JP, para que se reanimara y se le quitara un poco la borrachera que llevaba. Sentí que mi intento no tuvo frutos, porque se quedó dormido en la silla donde estaba, entonces fue cuando le dije a sus amigos que también estaban bien mareados, y hasta dormidos diría yo, que me ayudaran a llevar a JP a la habitación de mi amiga para que pueda descansar.

Entonces dejamos echadito a JP en la cama, luego tomamos unos vasos con la gente que aun estaba presente. Pasó más o menos media hora cuando me fui al baño, como me percaté que la puerta de la habitación donde estaba JP estaba semi abierta, noté que tenía una mano encima de su bulto; entonces decidí entrar y cerrar la puerta. Me acerqué y traté de hablarle lentamente a sus oídos, le dije: “vamos a seguir bailando JP”, pero no reaccionaba.

Tocaba su rostro con mucha delicadeza y nada que sentía. Entonces comencé acariciar sus brazos, su pecho, su cuello y finalmente lo besé. Me aseguré que la puerta de la habitación estuviera bien cerrada, desabotoné su camisa y comencé a besar todo su pecho mientras mis manos tocaban su rostro. Luego decidí sentarme sobre él y poder sentir el rico bulto que tenía.

En seguida le saqué la correa que tenía, le bajé lentamente el jean y comencé a frotar su pene sobre su ropa interior. Sentía como se le iba poniendo duro, y decidí bajarle la ropa interior y quitarle el jean. Comencé a chuparle toda su rica y jugosa pinga, desde la cabeza hasta los testículos, y noté que tenía unas ricas bolas bien grandes, por lo que mi boca comenzó a jugar con una de ellas por un buen tiempo.

Confesaré que JP tenía un pene con una buena dotación, lo pondría de más o menos 20 cms. Mientras le chupaba su verga, fuerte y erecta, decidí bajarme el jean y comencé a frotar mi vagina muy lentamente, porque ya la sentía muy húmeda que hasta había pasado mi ropa interior. Fue mucha mi excitación que no aguanté más, me desnudé solo la parte de abajo, y comencé a frotar su verga tan húmeda con mi vagina, que ya se encontraba tan cerca de mis labios vaginales.

Saque el preservativo que tenía, antes le mame un rato más la pinga para que esté más dura, y sentí que él se despertaba. Dio algunos movimientos y me acerqué a su oído, le dije: no hagas ruido que hay gente. Le puse el preservativo y comencé cabalgar muy fuerte sobre él, que sentía que la cama hacía unos fuertes ruidos, que aún así no se oiría hacia la sala donde estaba la gente.

Cogí su mano y la puse en mi trasero para que frotara el orificio de mi ano. Le dije que cambiáramos de posición y me dijo que siguiera cabalgando, que lo sentía muy bien. Además ya que estaba muy borracho, no tenía mucha fuerza para que sostenga mis piernas en su hombro como le pedí.

De todos modos, seguí cabalgando sobre él y sentí su pene tan duro en mi vagina, que también decidí en ese mismo momento frotarme el clítoris para excitarme mucho más. En eso, sentí sus brazos tan duros que cogían mis caderas, me dio vuelta en la cama y me puso en una posición de misionero, diciéndome: “querías que te cache y te voy a cachar rico”. Luego empecé a sentir sus movimientos fuertes, me pidió que me pare y que me ponga contra la pared; comenzó a darme con todo que mis gemidos se hicieron muy fuertes, solo le decía “así cáchame, así mi amor”.

En eso me dijo si tenía otro preservativo, porque el que estaba puesto debía cambiárselo; entonces le pasé el otro, pero antes me pidió que le chupe la pinga un rato mas. Lo chupé hasta sentirlo muy fuerte, mientras él me cogía mis senos, sentí que cogió de la cabeza mientras lo chupaba y me hizo que le haga garganta profunda.

Luego de eso, noté que su pinga estaba llena de mi saliva, entonces se puso el condón y me pidió que me apoyara sobre el tocador de la habitación y comenzó a darme muy fuerte. Me puso encima del tocador (sentada) y comenzamos a besarnos muy apasionadamente, luego m dijo si quería tragarme su leche o quería que se venga en mi cara. Yo solo le dije: quiero tu leche en mi cara, sigue cachándome rico mi amor.

Entonces me dijo: ya me vengo, se sacó el condón y me puso de rodillas y empezó a agitar un poco su pinga. En eso sentí toda su rica lechada caliente y espesa en mi cara. Minutos después, se fue al baño, se limpió un poco el pene y se fue a dormir. Yo luego me lave mi cara y decidí irme, antes de eso le dije a mi amiga que luego le contaría lo que pasó y ella solo se sonrió. En la mañana siguiente tuve muchas ganas de sentir más pinga y es que un polvo no es suficiente para MÍ.