jueves, 19 de julio de 2012

Me cojí a la mamá de mi amigo



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Edson y yo somos mejores amigos desde que tenemos doce años, los dos vivimos en el mismo barrio y fuimos juntos a la misma escuela. Desde que lo conocí siempre me sentí muy atraído por su madre,  una mujer exuberante de alrededor treinta y cinco años de edad. Recuerdo que siempre que iba a su casa le pedía prestado el baño y una vez ahí aprovechaba para masturbarme con las tanguitas que ella dejaba a veces colgando en la ducha. Así fueron pasando los años y yo me volví como otro hijo para la señora, era usual que yo pasara días enteros en casa de Edson ya sea estudiando o jugando PlayStation.

Cuando acabamos el colegio cada uno se dedicó a estudiar para ingresar a la universidad y por esa razón nos empezamos a frecuentar menos. Un día que me encontraba desocupado decidí caerle de sorpresa a mi viejo amigo, así que empecé a gritar su nombre desde la acera que daba hacia su ventana, grande fue mi sorpresa cuando no salió el por la ventana sino la que se asomo fue su madre, ella me dijo que pase, que la puerta de servicio estaba abierta, entré y subí al segundo piso pensando que ahí estaría mi compadre pero no había rastro de él por ninguna parte, en ese momento sentí que alguien me observaba, volteé y descubrí a la madre de Edson mirándome desde un rincón, ella al parecer recién salía de la ducha ya que solo llevaba puesta una bata de baño, verla así me provocó una gran erección y me puse muy nervioso. Tome aire y le pregunte si se encontraba Edson en casa, ella sonrió y me respondió que lo espere que seguro no tardaba en llegar. 

Yo tome asiento y empecé a hablar con la señora acerca de cosas del barrio, ella de un momento a otro cambio el tema de la conversación y me pregunto a secas si es que yo pensaba que ella se veía bien en bata, yo le respondí: “claro que se ve bien señora” a lo que ella me respondió que por favor no la llame señora sino por su nombre. La conversación siguió y ella no perdía el tiempo en comentarme lo alto que me veía, que ya era todo un hombre y que se notaba que estaba en forma, sus cumplidos solo hacían que me sonroje.  El ambiente poco a poco se fue poniendo un poco acalorado hasta que el clímax llegó cuando ella se levanto un poco su bata y me pregunto coquetamente si es que me parecía que aún conservaba sus lindas piernas, se me trabo la lengua y me puse rojo,  pude notar que ella gozaba poniéndome en aprietos ya que sin darme tiempo a responder me pregunto si es que acaso ella me excitaba.

Yo ya no sabía qué hacer y me levanté de la silla con la intención de irme pero ella me cogió de los hombros, me miró a los ojos y me dijo que ella siempre supo que me masturbaba en el baño de su casa, que siempre se había percatado de la forma como la miraba, que nunca dijo nada porque yo era un niño con las hormonas revueltas y que de cierta forma eso la hacía sentir deseada y que ahora que ya era un hombre podíamos divertirnos un poco y de frente me besó. Sentir esos labios y su cuerpo húmedo tan cerca de mí me hicieron olvidar en un dos por tres que ella era la mama de mi mejor amigo, la apreté hacia mí y le empecé a meter mano. Ella con sus manos acariciaba mi pecho y yo apretaba su inmenso culo, al poco rato ella dejó caer su bata y pude verla totalmente desnuda, su cuerpo parecía el de una veinteañera, sus tetas aun estaban firmes y todo lo tenía en su sitio, su culo paradito, sus labios finos y sus bien cuidadas piernas la hacían un verdadero bombón. Ella me quito el polo que llevaba puesto y de un tirón me bajó el short y el bóxer y se quedó observando mi pinga fijamente, me dijo que hace tiempo no veía una pichula tan dura e inmediatamente la agarró con sus finas manos y la empezó a acariciar desde la cabeza hasta el tronco una y otra vez, ella parecía embobada con  mi verga a la que lamía y succionaba sin parar, la mamaba como una loca.

Después que estuvo un buen rato prodigándome una gran mamada decidí que era hora de ponerla a gritar así que la acosté en la cama de mi amigo y me prendí de sus pezones como si fuera un bebe en periodo de lactancia, ella se retorcía de placer  y yo no paraba de chupar sus pezones, baje hasta donde estaba su vagina y de frente le introduje tres dedos en su concha, su papa estaba bien húmeda así que no la hice esperar mucho y le metí mi lengua hasta el clítoris. Cuando empecé a sentir que su vagina ya no podía más fue cuando le metí mi pene hasta el fondo, ella grito y se empezó a mover de una forma que me arrecho de sobremanera,  yo le jalaba los cabellos y le metía cachetadas mientras la clavaba y le decía que era una cachera, ella me tumbo en la cama y se subió encima mío y empezó a cabalgarme. Desde esa posición yo podía ver sus tetas saltando y moviéndose además de su cara de puta gozando de placer. Yo ya no pude mas y le llene la chucha de leche, ella me dijo que no me preocupe que me podía venir dentro todas las veces que quisiera.

Una vez finalizada la sesión, ella me dijo que me bañe rápido que seguro su hijo no tardaría en llegar, tome una ducha y dicho y hecho a los veinte minutos llegó mi amigo y luego de saludarnos efusivamente salimos a tomar unas cervezas, cuando me despedí de su madre ella me dijo al oído: “cuando este sola te llamaré porque quiero ser tu puta” y desde ese día siempre que la encuentro sola me la clavo un ratito. Ya en otra ocasión les contare como fue cuando mi amigo nos encontró tirando en su cuarto, pero eso ya es otra historia.

2 comentarios:

  1. je je je asi es mas nada y sobre todo cuando las mujeres son maduras y con experiencias,...????

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  2. TREMENDO HISTORIAL NO EN MI CONDICION HARIA LO MISMO SIEMPRE A MI ME GUSTARON LAS MUJERES MADURAS Y CON EXPERIENCIAS SOBRE TODO,.... ESTE ES MI CORREO medardopompa@hotmail.com

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